Restaurante San Miguelito anuncia cierre temporal por falta de solvencia económica

Foto: San Miguelito/Facebook

Morelia, Michoacán.- Con 25 años deleitando el paladar con deliciosa gastronomía y siendo uno de los referentes en su ramo en Morelia, el Restaurante San Miguelito (ubicado en Av. Camelinas, en la zona de “La Paloma), anunció su cierre parcial luego de no brindar el servicio a lo largo de tres meses por la pandemia de coronavirus (COVID-19).

La imagen puede contener: personas sentadas e interior

En un primer momento, a través de redes sociales circuló una fotografía de un comunicado firmado por el propietario del establecimiento, Jesús Servando Canela Medina, en el que refería a sus trabajadores:

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

“En virtud de no haber sido posible sostener más el cierre de casi cuatro meses debido a la contingencia COVID-19, sin contar con ingreso alguno hemos llegado a una descapitalización e insolvencia económica, esta será la ultima quincenas que se les pagará”.

Además, en el documento señalaba que “Muy a mi pesar no fue posible la renovación del contrato de renta debido a las exigencias y condiciones inaceptables de aumento de ésta y penalizaciones inadmisibles por parte de nuestro arrendador, se les informa que lamentablemente San Miguelito cerrará”.

La imagen puede contener: planta, árbol, casa y exterior

Minutos después de ser difundida la noticia, se generó tristeza entre los cibernautas capitalinos y foráneos que conocen el estilo y concepto que maneja San Miguelito, y que lo ha catapultado como uno de los tres mejores restaurantes en la Ciudad de la Cantera Rosa.

Sin embargo, en una entrevista para MiMorelia.com, la contadora del restaurante, Mariana Pérez García, desmintió que San Miguelito cerrará sus puertas de manera definitiva, únicamente lo que buscarán será una reubicación, aparentemente por las exigencias económicas que tenía el arrendador del inmueble.

La imagen puede contener: personas sentadas, tabla e interior

“Checamos redes sociales, estamos reportando las publicaciones porque no son reales, eso nos puede ocasionar problemas con los proveedores”, comentó.

Pérez García señaló que en redes sociales se comenzó a difundir esa noticia, la cual calificó como falsa, pero aclaró que se está llegando a un acuerdo con los empleados para próximamente reabrir puertas en un espacio físico.

La imagen puede contener: personas sentadas, tabla e interior

Explicó que durante la contingencia se les dio a los trabajadores un mes salario mínimo y se conservó la relación de trabajo de acuerdo a la ley, pero además se les pagó el siguiente mes a pesar de no estar generando ingresos.

“Estamos tratando de llegar a un acuerdo, no es recesión de contrato (únicamente), estamos pausados en el servicio”, dijo.

Mencionó que no tienen ventas desde hace dos meses porque a partir del 31 de marzo no abren, pero “todavía esta quincena se le pagó al personal”.

EL RINCÓN DE LAS SOLTERAS, ÚNICO EN SU TIPO

El establecimiento, de un solo nivel, está decorado con artesanías de varias partes del país, algunas con motivos religiosos. La pieza más importante es la efigie de un San Antonio –de cabeza– de 2.30 metros de altura, que se encuentra en una sección del restaurante, bautizada como El Rincón de las Solteronas.

Es en este espacio donde se realiza un famoso ritual para encontrar novio (a), pues San Antonio, además de ser uno de los santos más milagrosos de la Iglesia Católica, es considerado el patrono de los enamorados.

La imagen puede contener: 3 personas, personas sonriendo, interior

De forma popular se cree que el santo debe colocarse de cabeza para presionarlo a que cumpla milagros. Una vez que se realizó el milagro, se debe regresar al santo a su posición original, de pie.

Sin embargo, el San Antonio de San Miguelito no cambia de postura, pues a diario acuden personas de distintas edades y nacionalidades a rezarle por amor.

Los pasos del ritual

Primero se escogen 13 monedas de tamaño similar, aunque lo ideal es reunir la misma cantidad de monedas de igual denominación, que hayan sido dadas por hombres desconocidos a la mujer que quiere realizar el ritual. Y viceversa, para los creyentes del género masculino.

Posteriormente, se da un significado diferente a cada moneda. Al principio se da gracias y se pide por salud. Después hay que describir al hombre o mujer ideal para cada quien. Eso sí, se debe tener presente que “no se puede pedir lo que no se puede dar” y “todo lo que das regresa a ti”.

En cada una de las 13 peticiones y agradecimientos hay que dar una vuelta a la escultura de San Antonio, lo que se entiende como el inicio y el fin de un ciclo.

Casi para terminar, se enciende una vela en el altar y se reza una oración “que salga del corazón”. Finalmente se escribe nombre, petición y firma en una bitácora.

Hasta el momento, aunque no se tiene un registro exacto, se cree que hay aproximadamente 40 mil peticiones del mismo tipo y de milagros distintos, como un embarazo o protección en el trabajo.

Para efectuar el ritual descrito anteriormente, que es el más completo, hay que hacer una reservación antes del horario de apertura del restaurante, que es a las 13:30. La actividad no tiene costo y la pueden llevar a cabo hasta cinco personas al mismo tiempo.

También está una versión corta del ritual, que se realiza en el horario de operación del restaurante y es dirigido por el personal. “Es común que mientras estás comiendo la gente se levante y prenda su vela o de vueltas en torno a la escultura.

Una vez que el milagro por el que se pide se cumple, la única condición es regresar a San Miguelito para dar gracias, incluso se puede ofrendar una fotografía de boda.

Entre los milagros que más se recuerdan en el restaurante está el de una mujer, originaria de Estados Unidos, que participó en el ritual a San Antonio. Se marchó no sin antes prometer que “si encontraba el amor verdadero” regresaría a casarse a Morelia en compañía de toda su familia. Dos años después, la mujer volvió acompañada de su prometido para planear su boda en el restaurante.

La figura del San Antonio de cabeza de 2.30 metros es la más grande de las 800 piezas que integran la colección de imágenes y figuras del santo. La más pequeña mide apenas un centímetro y algunas han sido donadas por los mismos comensales.

La historia de cómo se inició este ritual parecería obra de la casualidad, pues a don Servando, uno de los fundadores del restaurante, siempre le había gustado coleccionar piezas de arte. Así que, cuando comenzó a remodelar el predio donde hoy se ubica San Miguelito, colocó una pintura de San Antonio.

Los trabajadores la pusieron de cabeza y así se quedó. Posteriormente, como si se tratase de un sitio religioso, la gente comenzó a acudir a rezar y a dejar ofrendas a la imagen hasta convertirse en la tradición actual.

Con información de MiMorelia.com y Dónde Ir

ljcr

Se el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*