En el aspecto sexual, los pies han tenido su importancia por generaciones, algunas los han adorado mientras que otras los odian. Sin embargo, la obsesión por ellos generó una nueva palabra en la lista de los fetiches; la podofilia.
Al ser sumamente sensibles, pues están cubiertos de una piel muy delgada, perciben con facilidad todo tipo de sensaciones, como un masaje erótico con cremas o aceites.
De acuerdo con Verónica Delgado Parra, sexóloga de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, en un momento de intimidad, es agradable ver tocar, acariciar, chupar, oler, lamer o besar los pies de la pareja.
Pero, ¿por qué? según la sexóloga, el movimiento y tamaño de cada dedo podría llegar a ser un estímulo por demás satisfactorio. Además, algunos psicólogos afirman que estos son las primeras regiones del cuerpo estimuladas por las madres.
“Algunos hombres van descubriendo a lo largo de su desarrollo la pasión erótica por las extremidades inferiores en la que se obsesionan con esta parte del cuerpo y la convierten en un fetiche. Esta atracción por los pies que se convierte en un estímulo indispensable para tener una experiencia sexual potente”.
Con información de Yahoo.
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